martes, 12 de septiembre de 2017

EL CORTEJO HUMANO


Los amantes de René Magritte, detalle.



Cuando éramos pequeños, depositábamos una confianza ilimitada en nuestra madre, en nuestro padre, en nuestros abuelos. Con el tiempo, la confianza ciega es reemplazada por una actitud de alerta, y la dependencia es sustituida por la interdependencia.

Con la llegada de la pubertad, el contacto corporal con los padres se restringe. Las hijas ya no quieren jugar con los padres, y los hijos evitan el contacto con las madres. El adolescente exige reserva. Si el mensaje del niño pequeño decía “agárrame fuerte”, y el del muchachito “a ver si me tumbas”, el mensaje del adolescente es: “déjame solo”. En la adolescencia, los jóvenes tienden a aislarse y a convivir con su familia como si fueran extraños.


Es la señal para un segundo nacimiento, una salida del claustro familiar, que puede ser larga, difícil y dolorosa. Los jóvenes amantes se volverán a decir, como el niño, “agárrame fuerte”, hasta que se forma un fortísimo lazo afectivo con otra persona de distinta sangre. Para reforzar la fuerza de este lazo, el mensaje “agárrame fuerte” se amplía con “y no me sueltes”. Cuando los amantes forman una nueva unidad familiar, acaba esa repetición de la niñez.

Al contrario que el mono, el hombre adulto puede recuperar en la pareja la intimidad de que disfrutó siendo niño. El lazo que establece con ella es mucho más que una simple asociación, son más que socios, los cónyuges quieren compartirlo todo: están enamorados.

El cortejo humano, o sea, las pautas de aproximación sexual que dan lugar al emparejamiento (y apareamiento) es el más largo de la naturaleza. Sus principales etapas han sido resumidas por el famoso etólogo Desmond Morris:

1. Mirada al cuerpo
2. Mirada a los ojos
3. Intercambio vocal
4. “Hacer manitas”
5. El brazo en el hombro
6. El brazo en la cintura
7. La boca en la boca: el beso
8. La mano en la cabeza
9. La mano en el cuerpo
10. La boca en el pecho
11. La mano en el sexo
12. El sexo en el sexo

El proceso puede requerir cierto arrojo (que supere su propio pudor) y mucha perseverancia por parte del varón, según la juventud, el pudor, la prevención o la timidez de la hembra, y el proceso de galanteo puede ser interrumpido en cualquier momento por alguno de sus miembros que siente o descubre que el otro “no le conviene”, no le enamora lo suficiente como para comprometerse con él para siempre. Pues en efecto, uno no se enamora para un fin de semana o para un mes…, sino que el amor aspira a la eternidad.

En este contexto, resulta particularmente significativa la frase de J. A. Marina: “la prisa mata la ternura”, pues la prisa y la ansiedad compulsiva del consumidor pueden impedir que las emociones y los sentimientos establezcan su propio ritmo de descubrimiento y satisfacción. La habituación al otro, a quien vamos a hacer ofrenda de lo más íntimo, requiere paciencia y tiempo.

Ilustración de Eduardo Salles

Pero la vida moderna acelera nuestros ritmos y provoca con ello, muchas veces, el fracaso de la aproximación y otros efectos engañosos. La forma más extremada de acortamiento de este proceso, que debería ser siempre respetuoso, lento y cuidadoso, es la violación, el ayuntamiento por la fuerza. Mediante la violencia, el varón bárbaro o desesperado se evita las labores del cortejo y pasa al contacto genital con toda la rapidez que permite la resistencia de la hembra. Considerada objetivamente, a parte de un grave delito contra la dignidad de las personas y el derecho inalienable de la hembra a decir no, la violación es una relación insatisfactoria a la que faltan dos ingredientes esenciales: el erotismo y la formación de pareja, o sea, la formación de un vínculo afectivo positivo.


Las relaciones sexuales humanas han estado cargadas siempre de sensualidad y erotismo. El cuerpo humano ha evolucionado también para hacerse atractivo sexualmente (sex appeal), y el instrumento principal, simbólico, de esa llamada es el lenguaje. Don Juan Tenorio es sobre todo un poeta. Trovadores y poetas han cantado siempre el amor (lirismo) y han celebrado en todas las épocas sus idilios y fracasos amorosos.

El erotismo, el arte del amor (Ars amandi), explota el sentimiento, pero es también un refinamiento cultural, una estilística histórica para la aproximación entre los sexos, una poética que crea obras sublimes y comportamientos corteses y galantes, a partir de la fuerza ciega del instinto. El erotismo es también una metafísica con una mitología propia, asociada a lo divino, a lo sagrado.

Safo, Platón, Ovidio, Ibn Hazm, Marsilio Ficino, León Hebreo, Giacomo Casanova, Anaïs Nin… han sido grandes maestras y maestros internacionales del erotismo, que no hay que confundir con la pornografía: un tipo de prostitución iconográfica.

Retrato imaginario de Ibn Hazm de Córdoba, autor de El collar de la paloma



He aquí un hermoso ejemplo de refinado erotismo, procedente de El collar de la paloma, del cordobés Ibn Hazm (994-1093).

El verdadero amor no nace en una hora,
Ni da fuego su pedernal siempre que quieres,
Sino que nace y se propaga despacio,
Tras larga compenetración que lo afianza;
Entonces no pueden acercarse a él abandonos ni menguas,
Ni pueden acercarse a él abandonos ni menguas,
Ni pueden alejarse de él firmezas y aumentos.
Confirma esto el que vemos que todo
Lo que se forma presto también perece en breve.
Yo soy una tierra dura y predegosa,
Reacia e insumisa a toda vegetación;
Pero si algunas plantas afincan sus raíces,
No han de cuidarse de que abunden las lluvias de primavera.

Comentario y cuestiones

1. Relacione lo que dice el poeta con la longitud del cortejo humano.
2. ¿Puede uno enamorarse de golpe? ¿Cree usted en el “flechazo”?
3. ¿Por qué es imprescindible el galanteo?
4. ¿Es lo mismo el enamoramiento que el amor?
5. ¿Qué diferencia hay entre el apareamiento de otros primates y el emparejamiento humano?
6. ¿Por qué dice el poeta que “su tierra” no necesita lluvia para florecer?
7. Ha intentado usted escribir alguna vez un poema de amor.
8. ¿Por qué cree usted que el cortejo humano es tan largo y complejo?
9. Comente la frase de Hegel: “la verdad del amor son los hijos”.
10. Comente los siguientes textos:

“Amor es el intercambio de dos fantasías y el contacto de dos egoísmos” P. Auguez.

“El cortejo sirve no solo para estimular la conducta sexual de la pareja, sino también para suprimir las tendencias antagónicas, esto es, conductas de agresión o de fuga” N. Tinbergen (Premio nobel en 1973).


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