miércoles, 22 de enero de 2020

ME ACORDÉ DE CARLA CUANDO LA VI

Leyendo el cuento de Juan Ramón Córdoba León me acordé de dos muchachas estupendas, ex-alumnas mías de bachillerato, que lo tenían todo para madurar y vivir alegres: talento y belleza. Y aún no sé bien por qué cayeron en la anorexia nerviosa, ese temible trastorno de la alimentación que afecta más a jovencitas que a jovencitos, un mal propio de sociedades avanzadas que siembra impotencia, angustia y sufrimiento en muchas familias y almas tiernas. Publico en Solilunio el entrañable cuento de Juan Ramón por si pudiera servir para prevenir tanto dolor, gracias a su poética apelación a ese mirar jocundo, agradecido al milagroso y bellísimo espectáculo de la vida, donde la apariencia engaña y la sustancia y esencia personal son lo que cuenta:

 
Las apariencias engañan. La obsesión por el look, mata.