jueves, 6 de mayo de 2021

CÁRITES. TRES GRACIAS

 

Las Tres Gracias de Pedro Pablo Rubens.
Museo del Prado.

En la mitología griega las Cárites (Χάριτες, Chárites), las Gracias latinas (Gratiae), representaban el encanto natural: belleza, creatividad, fertilidad, puede que en su origen –como afirma Robert Graves- no hayan sido sino un título de Afrodita, la diosa del amor: Pasithea Cale Euphrosyne, o sea, “la Diosa de la Alegría que es bella para todos”, una credencial ganada en el célebre torneo sobre belleza divina que juzgó Paris. 

Pasithea, la mayor, fue prometida por Hera a Hipnos (el Sueño) como novia. Mientras las Cárites miran, el amor fluye. Ellas tejieron el velo de Harmonía y danzan en los banquetes de los dioses.

Cuentan que Eteocles fue el primero en rezarles y sacrificarles, en un templo donde las Cárites eran representadas por tres piedras meteoritas. Cuando Afrodita y las tres Cárites disputaron acerca de cuál era más bella, Tiresias (el adivino griego por excelencia) otorgó el premio a Calé e inmediatamente Afrodita lo convirtió en una anciana. Sin embargo Calé, agradecida, llevó consigo a la vieja Tiresias, a la isla de Creta, y le regaló una hermosa cabellera.

Puede que en su origen fuesen dos Gracias y no tres y fuese Hesíodo quien convirtiese las dos Cárites tradicionales en tres cambiándoles el nombre en su Teogonía. Les llamó Eufrosine, Áglaye y Talía.

Primero los artistas las representaron vestidas, pero ya en tiempos de Pausanias (siglo II), escultores y pintores las desnudaron. El primer escritor de guías turísticas de nuestra historia literaria, Pausanias de Lidia, contemporáneo de los emperadores Antoninos, declara en su Descripción de Grecia (Ἑλλάδος Περιήγησις) 
que no sabe por qué se las había desnudado.

Escena contemporánea. Lagunas de Ruidera

La genealogía de las Cárites es confusa. Se las hace hijas de Hera, de Dionisios, de Helios (el Sol) y, según la opinión más divulgada, se las considera hijas de Eurínome (hija de Océano y Tetis) y del lujurioso Zeus. Puede que fueran antiguos espíritus de la vegetación, confundidas con las Horas, pero con el transcurrir de los siglos se las asoció a la belleza, el arte y las actividades del espíritu en general.

Formaron parte del séquito de Afrodita vinculadas al inframundo y los misterios eleusinos. Las Carisias o Caritesias eran fiestas que se celebraban en su honor, fiestas de “Acción de Gracias”, en las que se practicaba un banquete ritual (Charistia) en el que se comían tortas de miel.

También las Musas más antiguas eran tres y formaban una Trinidad indivisible, como reconocieron los católicos cuando construyeron el templo de su Santísima Trinidad en el lugar donde estaba el Santuario abandonado de las Musas heliconianas. Sus nombres eran: Meditación, Memoria y Canción. Habitaban el monte Helicón en Beocia. Puede que "musa" tenga que ver con la raíz mont-, monte. No sabemos qué relación haya entre ellas y las Gracias, si es que hay alguna, o entre las Cárites y la Diosa Madre neolítica a cuyas numerosísimas facetas, incluso marianas, Robert Graves dedicó toda una enciclopedia mitopoética en 1948.

Los grandes pintores del Renacimiento representaron con gusto a las Gracias, Sandro Botticelli, Rafael Sanzio... Y se han hecho famosas las exuberantes y barrocas Tres Gracias de Pedro Pablo Rubens que adornan esta entrada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario